
ALAMBRADA: PUNTOS DE ACCESO I
En este proyecto se trabajó con un elemento urbano muy presente en el paisaje: las alambradas. Estas se convierten en obstáculos para los habitantes, a la hora de poder acceder al interior de las zonas valladas. Existe una extensa alambrada que en el pasado, rodeaba el Ensanche. Probablemente, cuando se comenzó a construir, se valló la zona para proteger las obras. Actualmente, se pueden encontrar tramos bastante amplios de alambrada que impiden acceder a las zonas no urbanizadas, es decir, separan la ciudad del campo. Es interesante la reflexión sobre cómo la cercanía del campo supone uno de los elementos de distinción de la identidad vallecana más antigua, siempre presente en la tradición. Sin embargo, el nuevo proyecto urbanístico pretende desprenderse de esa característica. A pesar de ello, los habitantes acceden de un lugar a otro abriendo vanos en la superficie de la alambrada. Esta pequeña acción cotidiana permite a las personas utilizar el espacio, apropiarse de él y utilizarlo en función de sus necesidades. La intervención consiste en señalizar estas zonas y documentarlas en función de sus características morfológicas, ya que según su forma, la acción de acceder a través de la alambrada varía. La señalización permite que las personas que deambulan por allí, puedan localizar estos vanos y utilizarlos. Para obtener un mapeado generalizado de estas zonas que facilite la visibilización, se crearía una cartografía virtual, a la que cualquier persona pudiese acceder y localizar todos los puntos o aportar otros nuevos.




ALAMBRADA: PUNTOS DE ACCESO II
Con el objetivo de reelaborar la propuesta inicial se buscaron nuevas estrategias que trabajasen con el mismo elemento: la alambrada. El proyecto toma como referencia la intervención realizada en el Ensanche de Vallecas por la plataforma Urbanacción, en colaboración con Arte Vecinal. Esta intervención consistió en realizar un bombardeo vegetal en los espacios abandonados utilizando la técnica de bolas de semillas. Como adaptación a la propuesta en la alambrada, se utilizaría esta técnica de siembra a lo largo del perímetro de la alambrada salvando únicamente los vanos. Con el tiempo, una extensa masa vegetal iría cubriendo la alambrada. Durante proceso de siembra sería necesaria la colaboración de un grupo de personas para cubrir toda la superficie.
DISPOSITIVO DE CONTROL URBANO
Se propone intervenir sobre la superficie de la alambrada mediante la instalación de cuerdas. El color de la cuerda haría visible la superficie de la misma. Mediante nudos, se iría tejiendo una trama inspirada en el trazado urbano de la zona. Se propone una conexión directa entre este elemento urbano y el trazado urbanístico. En este sentido, las alambradas guían a las personas estableciendo unos recorridos prediseñados o impidiendo el paso. Se utilizan para ejercer un control sobre la población. De esta manera, aunque menos evidente, la planificación urbanística actúa del mismo modo. El objetivo de la intervención sería la visibilización de esta situación.


INTERVENCIONES VECINALES
Poniendo de relevancia las intervenciones que se realizan cotidianamente por parte de los ciudadanos se proyectó esta propuesta. Cuando una zona urbana tiene vida, no necesariamente vemos personas. Un ejemplo son los bancos que han sido modificados de posición para formar grupos que generan zonas de encuentro. Así mismo existen otras formas de intervención que van modelando el espacio urbano. Mediante la identificación y documentación de estas zonas modificadas por los habitantes con el fin de ajustarse a sus necesidades, se persigue visibilizarlas y hacerlas más accesibles para el uso y disfrute común.

COMPARTIENDO EXPERIENCIAS
La actividad plantea una intervención en la zona que consiste en la aportación, de experiencias y vivencias de cualquier índole que tuviesen relación con una zona determinada del Ensanche de Vallecas. La finalidad es visibilizar las historias particulares de cada habitante, y por lo tanto, dotar de significado el espacio urbano mediante vínculos emocionales. Se configura una cartografía que permite localizar todas las historias proponiendo así distintos itinerarios generando una mirada subjetiva del espacio habitable de un lugar.


RENOMBRAR EL BARRIO
La propuesta se desarrolló a partir de la observación, tanto en los canales virtuales utilizados por los vecinos, como en las entrevistas. Se comprobó la existencia una multitud de modos de denominar edificios característicos del Ensanche. Este vocabulario parecía interesante como estrategia de apropiación del espacio público a través del lenguaje. Este tipo de estructuras urbanas fueron descritas por Kevin Lynch como “mojones”.
La actividad consistió en la recopilación de los nombres que utilizan cotidianamente los habitantes para referirse a distintos lugares del Ensanche. Para ello debían enviar un correo electrónico, a una dirección creada específicamente para la actividad, con los nombres que quisiesen aportar. También se abrió un hilo de debate en una publicación en el muro del grupo de Facebook.


